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Cuecas para violín solo

Ignacio Moreno

2003-2021


Cuecas para violín solo
Ignacio Moreno
imorenoespinoza@gmail.com

El ejemplo de autores barrocos y clásicos que se inspiraron en el folclore de sus propios países o de otros países fue el incentivo para escribir estas cuecas para violín solo. Sobre todo, las suites, partitas y sonatas para violín, cello y flauta solos de J. S. Bach.

Algunas son libres en cuanto al material y el estilo, pero otras tienen rasgos de estilos, géneros y épocas antiguos, lo que se refleja en los nombres. En algunas se toman citas de obras para acomodarlas a la estructura formal de la Cueca o para formalizar las frases.

En la mayoría se ha hecho una especie de introducción o preámbulo siguiendo el ejemplo de antiguos cultores del folclore chileno, generalmente sobre melodías definidas tomadas libremente del repertorio general. (En la cueca Cromática se tomó un pasaje con bajo cromático de variación de “Dido y Eneas” de H. Purcell).

En la escritura se ha dejado mucho a decisión de los intérpretes en cuanto a fraseos, los golpes de arco y la articulación de los sonidos (como en la escritura de Bach). Lo que se ha diseñado en la escritura puede ser alterado a voluntad del intérprete. Más aún, siguiendo cierta tradición del folclore (y del barroco), el intérprete puede hacer variaciones y ornamentaciones a lo escrito, disminuciones, pizzicati, armónicos, etc.

Todas ellas mantienen rigurosamente la estructura de la Cueca bailada, aunque se supone que están destinadas a las salas de concierto por cierto “refinamiento” en los medios sonoros, muy alejados de lo que se oye en fiestas folclóricas. Pero por supuesto que buscando una adecuada y coherente versión en vestuario y escenario pueden ser tocadas con bailarines danzando. Por otra parte, se ha hecho muy frecuente que la música de salas de concierto sea presentada en lugares de concurrencia pública como parques, plazas, gimnasios, centros sociales comunitarios, hogares de niños, ancianos y enfermos, centros de salud, galerías comerciales, bancos, grandes tiendas, “malls”, restaurantes, fondas, ferias o vegas o plazuelas, etcétera. (A veces como sorpresivas intervenciones en la vida de la ciudad).

Una poderosa intención al componer estas Cuecas fue ofrecer a los estudiantes chilenos un repertorio representativo de nuestras tradiciones. La relación de cada una con los programas de cada escuela queda a criterio de los profesores según los requerimientos o exigencias técnicas involucradas como también lo referente a la madurez expresiva e interpretativa del alumno.

Se han hecho transcripciones para viola y violoncello de algunas de ellas, como también para cuarteto de cuerdas u orquesta de cámara de cuerdas.

Nivel: Intermedio dificultad